El Cholo Simeone. Llegó como un escudo ante las críticas para la directiva y terminó siendo el escudo. Su pasado como mito del Doblete facilitó su llegada, su identificación con el Atleti y sus valores contribuyeron a crear el clima necesario para el éxito. Su trabajo diario lo construyó. Primero partido a partido, después final a final. Una Europa League, una Supercopa de Europa, una Copa del Rey y una Liga han sido sus triunfos más tangibles. Hasta ahora. Eso sí, sus mayores hazañas son difíciles de cuantificar. Ha devuelto a un equipo timorato al camino que nunca debió abandonar, su estilo de juego ha sido todo un golpe en la linea de flotación del metatikitaka, ha devuelto la sonrisa a una afición tantas veces maltratada y ha convertido en destino final lo que durante tanto tiempo fue contemplado como un club-transbordo. Como dice Rubén Uría acertadamente, «le entregaron un muerto y devolvió un campeón».
Intensidad, humildad, trabajo, solidaridad, esfuerzo innegociable y respeto por el rival son algunos de los mandamientos en los que se basa el éxito de Simeone y que a su vez han servido para sentar la base del Cholismo. Una religión en la que la fe ciega se ha visto aderezada con mucho de ciencia: con trabajo, constancia y dedicación todo en lo que se cree se puede llegar a conseguir. Y se consigue. Por todo ello no sólo es el guía de la tribu, él es el héroe del Cholismo.
Iván Fuente[social_link type=»twitter» url=»https://twitter.com/ivanindetapia» target=»on» ]https://twitter.com/ivanindetapia[/social_link]
Fotografía: Tania Delgado [social_link type=»twitter» url=»https://twitter.com/TD_fotografia» target=»on» ]https://twitter.com/ivanindetapia[/social_link]