Tras el empate ante el Atlético de Madrid en el Calderón, el Real Madrid sigue líder tres puntos por encima de los colchoneros. Sin embargo, la sensación es de que por fin los rojiblancos compiten de tú a tú con su eterno rival y que restan doce jornadas de Liga igualadas y apasionantes en las que se decidirá quién es el campeón .
Ante la superioridad del Atleti en muchos tramos del partido sobre el Real Madrid, el discurso del madridismo fue el de tachar al equipo del Cholo de «bruscos y violentos». Ancelotti, en rueda de prensa, justificó no haber conseguido la victoria a consecuencia del planteamiento del equipo dirigido por Simeone, «Fue un partido difícil. El Atlético ha jugado un partido muy brusco y ha sido difícil para nosotros». Esta fue la respuesta a la primera pregunta en la que únicamente le preguntaron sobre la valoración del punto obtenido.
Ante la incredulidad de los periodistas allí presentes, decidieron volver a preguntarle al técnico blanco sobre esa cuestión por si quería matizar esas palabras y había confundido intensidad con brusquedad. Lejos de rectificar, Ancelotti afirmó que «han intentado poner el partido violento y nosotros no somos de jugar así. Nosotros intentamos jugar, pensar solamente en el juego y no en otras cosas y hoy no hemos podido».
Sorprendentes cuanto menos fueron estas declaraciones y el uso de la palabra violento. No fue un partido con demasiados incidentes más allá de los típicos roces que suele haber en un partido de alto voltaje como es un derbi y en el que, además ,está en juego el liderato. Más sorprendente es el cambio de baremo del técnico italiano. Después de calificar la actuación del Real Madrid en el partido de ida de copa como «intensa», ahora califica como «violento» el juego colchonero. Hay quien a esto le llama hipocresía. Y con razón.
Quizás, el técnico blanco decidió seguir esa polémica línea en la rueda de prensa para no tener que hablar demasiado de la cuestionable actuación arbitral que, una vez más, favoreció a los blancos, pero Ancelotti, esta vez sí, respondió contundentemente (y sorprendentemente) para calificar el trabajo del arbitro durante el encuentro como «un buen arbitraje».
Una vez criticado al rival y elogiado la actuación del trencilla, Ancelotti decidió hablar de aspectos tácticos, como la entrada de Marcelo y Carvajal en la segunda mitad claves para mejorar las entradas por banda del Real Madrid. Ancelotti afirmó que «Coentrao y Arbeloa estaban frescos para jugar» y que la entrada de los dos laterales en la segunda mitad hizo pausar al equipo en el juego, tener más paciencia, más oportunidad y por tanto, mejorar.
Finalmente Carlo consideró el empate como positivo, puesto que siguen líderes y el «Atlético de Madrid es un buen equipo, sobre todo en casa».