Champions League. Semifinal. Vuelta. Chelsea 1 (Torres 34′) – Atlético de Madrid 3 ( Adrián 44′, Diego Costa 51′ (p), Arda 74′)
Como en un tango de Gardel. Sentimos esta noche que es un soplo la vida, que cuarenta años no es nada. Y sobre todo recordamos que volvemos y recordamos por culpa de quien.
Dos años, cuatro meses y siete días. Es es el tiempo que hace que Diego Pablo Simeone firmó como entrenador del Atlético de Madrid. Hace sólo dos años y cuatro meses nuestra existencia era miserable: eliminados de la Copa del Rey, décimo a dos partidos del descenso Cholo recogió un equipo que caminaba hacia la autodestrucción.
Anoche el Atlético se coronó en Europa como grande para los próximos años llegando a la gran final Continental (tras 40 años de espera) eliminando por el camino a Austria, Zenit, Oporto, Milan, Barcelona y Chelsea.
Delante aguarda el sempiterno rival, el Real Madrid; el único escollo para conquistar el trofeo más prestigioso de clubes del mundo. Por el camino este Atlético lleva recogido una Europa League, Una Supercopa de Europa, Una Copa del Rey y opta a Liga y Champions League. Será difícil desde hoy discutir que estamos ante el mejor Atleti de todos los tiempos. Muy pronto puede que ante el Atleti más laureado de todos los tiempo. Y todo se resume en tres palabras: Diego Pablo Simeone
Se puede pensar que en el fútbol las horas y los días previos al encuentro sirven para intuir lo que va pasar durante el encuentro y es así, pero no siempre. Menos mal. A la vista del juego mostrado en el partido de ida en el Vicente Calderón se pensó que la vuelta sería parecida. Primer error. También se intuía que el equipo que marcase primero tendría al gato en remojo. Segundo error. Se especulaba con que Raúl García o Villa acompañarían a Diego Costa en ataque, pero finalmente fue Adrián quien fue titular. Tercer error. Es cierto que éste último más que un error de previsión sería un quiebro del Cholo a Mou. Y surtió efecto. Al menos durante la primera mitad.
Salió el Chelsea más abierto que en el Calderón y lo aprovechó el Atleti que tuvo las ocasiones más claras. Casi no se habían acomodado los últimos en llegar a Stamford Bridge cuando Koke lanzó un centro chut al segundo palo que se envenenó, Schwarzer se le comió y el poste evitó el tanto colchonero. Algo que no inquietó en exceso al conjunto blue que disponía de hasta seis defensas sobre el césped, aunque Azpilicueta actuaba como interior. Mientras que el Atleti jugaba con un 4-4-2 en el que Adrián acompañaba a Diego Costa en ataque y Tiago, con el brazalete de capitán, dirigía el juego rojiblanco con criterio. Así iban pasando los minutos con mucho juego en el medio campo, las mejores ocasiones seguían siendo para el Atlético de Madrid mientras que el Chelsea sólo inquietaba mediante las carreras de Hazard, William y Torres, especialmente motivado. No fueron ellos sino David Luiz quien tuvo la más clara. Recibió un balón dentro del área de espaldas, la controló y su chilena se marchó lamiendo el palo. Primer susto para el Atleti. El siguiente no fue un susto. Fue un mazazo. Godín y Filipe no aciertan a robar el balón a Willian que sale del regate, cede para Azpilicueta que centra, Torres remata, Mario Suárez desvía sin querer y gol. El latido de los corazones rojiblancos se oía por encima de la euforia blue.
Durante unos minutos les pesó el mazazo a los colchoneros, ¿podría aparecer el Pupas en plena edad dorada del Cholismo? No. O no sin pelea. Así, al borde del descanso, cuando dicen que los goles afectan más a la cabeza que al marcador apareció Adrián. La jugada fue una sinfonía de fe cholista. Arda Turan esconde el balón y caracolea al borde del área y cede a Tiago. El luso resucitado en francotirador adivina un pase a la espalda de la defensa donde no había nadie. O eso parecía porque Juanfran se incorpora en carrera y centra. Ashley Cole la deja pasar para evitar marcar en propia puerta pero con ello habilita a Adrián. Nadie le esperaba, salvo quizá el Cholo, pero apareció. Chutó mal, pero chutó dentro.
Con un precioso y perfecto empate se llegó al descanso. Un empate que era un pasaporte a Lisboa que había que conservar si se quería ser comedido o encender la trituradora y acabar con este debate si el Atleti era o no un grande de Europa. Y Cholo eligió sacar el estoque. Primero tocó sufrir un poco, porque así lo mandan los canones colchoneros, pero Courtois que nunca falla lo sostuvo. La necesidad del Chelsea de irse arriba liberó a Koke y Tiago que con criterio apabullaron a la defensa con balones a la espalda y cambios de banda. Cuando el Atleti maduraba al rival, Eto’o decidió suicidarse por la vía rápida. Hizo un penalti absurdo a Costa que el árbitro sancionó con valentía y esta vez no falló. De hecho se permitió retrasar el disparo buscando la perfección en colocar el balón hasta ser amonestado. Duro disparo a la izquierda y Schwarzer ni la olió.
Con el marcador tremendamente en contra el Chelsea se lanzó al ataque. O lo intentó, porque el Atleti le maniató primero y le noqueó después. Si el Cholismo nos convirtió a la causa, el Ardaturanismo nos enamoró. Tras otra buena jugada, Juanfran centró al segundo palo el turco jugó al billar a tres bandas: remate a Schwarzer que pega en el palo y repele y el rebote lo aloja a la red. Era el minuto setenta y cuatro. Después felicidad. FELICIDAD, mejor escrito.
¡¡FINALISTAS!! Recogen estos héroes el testigo de Reina, Melo, Capón, Adelardo, Heredia, Eusebio, Ufarte, Luis, Garate, Irrureta y Salcedo.
— Esto Es Atleti (@estoesatleti) abril 30, 2014
No fue completa la felicidad porque Diego Costa se marchó lesionado aunque luego confirmaría que es sólo un golpe. El Atlético de Madrid está en su segunda final de Copa de Europa de su historia. Recogiendo el testigo a leyendas, este Atlético ha decidido escribir su propia historia en letras de oro con un final aún incierto pero que nos llenará durante décadas de orgullo. Sin perder ni un sólo partido. Jugando, ganando, peleando como el mejor. Un solo partido le separa de que hasta los menos afines a las rayas rojiblancas reconozcan que ellos también vieron un día al mejor Atleti de la historia.
Jugaron: Courtois, Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis, Tiago, Mario Suárez; Koke, Adrián (Raúl García, 66’), Arda Turan (Cristian Rodríguez, 83’); y Diego Costa (Sosa, 76’).
Árbitro: Nicola Rizzoli (Italia). Mostró tarjeta amarilla a Diego Costa (59’), Adrián (64’).
Iván Fuente[social_link type=»twitter» url=»https://twitter.com/ivanindetapia» target=»on»]https://twitter.com/ivanindetapia[/social_link]
Fotografía: Tania Delgado[social_link type=»twitter» url=»https://twitter.com/TD_Fotografia» target=»on» ]https://twitter.com/TD_Fotografia[/social_link]
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