El Atlético de Madrid Féminas despidió la temporada con un último entrenamiento en el Cerro del Espino poniendo fin así a un curso que no satisface las expectativas previas. Las jugadoras se reincorporarán en el mes de agosto con una pretemporada pensada para afrontar la temporada 2014-2015 con garantías de éxito.
La valoración de la temporada del equipo puede ser positiva puesto que ha logrado la tercera posición liguera con 54 puntos igualando la marca del año pasado cuando las rojiblancas también obtuvieron el tercer escalón liguero, pero lo cierto es que la meta del conjunto colchonero era alcanzar la segunda posición. Un puesto que hasta el momento parece inaccesible ya que tanto Barcelona como Athletic de Bilbao siguen siendo insuperables y es necesario tener un conjunto mucho más competitivo para arrebatar la posición a dos equipos que parecen vivir en otro nivel. Además, el bajón de las colchoneras en la última parte de la Liga (sólo ganaron tres partidos de los diez últimos) las alejó de cualquier opción de pelear por el segundo puesto e incluso hizo peligrar la tercera plaza.
El Atlético de Madrid ha tenido una temporada más turbulenta de lo que la clasificación puede reflejar. Hasta tres veces ha cambiado de entrenador y en algunos tramos de la competición ha tenido que prescindir de jugadoras importantes. El equipo comenzó siendo imbatible en casa, pero frágil fuera. Superado el reto de vencer a domicilio en la jornada octava, las colchoneras enlazaron una racha de seis partidos sin perder, hasta la derrota en el feudo blaugrana. Tras esa partido, otra racha positiva que nuevamente se vio truncada a domicilio, frente a la Real Sociedad. Después de esa derrota el Atleti no volvió a encontrar una estabilidad en la victoria. Incluso en El Cerro se mostró vulnerable cediendo, por primera vez en la temporada, dos empates y una derrota cuando más necesario era hacer de él un fortín. A ello contribuyó sin duda la inesperada noticia de la retirada del fútbol profesional de Ana Troyano. Una jugadora imprescindible en la temporada anterior, pero que en esta el entrenador había dejado de confiar en ella, por lo que era habitual verla en el banquillo.
A la semana de la salida de Troyano del equipo, llegó la renuncia de Nuñez. Las causas de su salida no están claras, pero fue un duro golpe para las jugadoras, pues era un técnico con el que habían logrado sus mejores números y con el que se sentían identificadas. El mando lo cogió Ferney, entrenador del filial. Un técnico peculiar que durante su período como entrenador ha dado oportunidades a un gran número de jugadoras de la cantera de debutar con el primer equipo. Una vez terminada la temporada y certificada la tercera plaza hubo un nuevo cambio en los banquillos. Esta vez, el entrenador del C, Sopuerta se hacía con el equipo para dirigirlo en la Copa de la Reina, logrando un pésimo resultado.
En la Copa de la Reina, uno de los torneos en los que el Féminas deposita grandes esperanzas cada temporada, el papel del Atleti ha sido nefasto. Si la temporada anterior logró colarse en semifinales donde fue eliminado por el Barcelona, pero a punto estuvo de alcanzar la final, en este ejercicio no ha logrado pasar de los cuartos de final, la primera eliminatoria. El Rayo Vallecano eliminó a las rojiblancas en las tanda de penaltis tras empatar a cero en ambos partidos.
Sea como fuere, el Féminas ya tiene puestas sus miras en la próxima temporada. Encontrar un técnico de garantías y mantener el grueso del equipo son los objetivos principales. Que jugadoras como Lola Gallardo, Amanda, Claudia o Nagore permanezcan en el equipo rojiblanco se antoja definitivo para construir un equipo ilusionante. Igualar los resultados de esta temporada es el objetivo, mejorarlos, el reto.
Carolina Jiménez[social_link type=»twitter» url=»https://twitter.com/carolpicatostes» target=»on» ]https://twitter.com/carolpicatostes[/social_link]
Fotografía: Club Atlético de Madrid