Debe Simeone reflexionar sobre una postura que adoptó la temporada pasada, quizá acertada en su momento, desde luego que aceptable, pero que poco a poco, cuanto más crece su Atleti, más vacía se va quedando. Me refiero a aquello de que el Atlético de Madrid es el equipo del pueblo. Pues no, el club de la ribera del Manzanares es el equipo de los colchoneros. De todos y de cada uno de ellos. Y de nadie más.
En su intento por poner el acento en el esfuerzo de sus jugadores para lograr competir entre los dos portaviones del fútbol patrio, Simeone lanzó una frase que conectó en un primer momento con la gente y tuvo su eco en parte de la prensa que entendía el verdadero milagro que suponía que el Atleti le diese emoción a la Liga de las lentejas. Pasado el tiempo, el equipo del Cholo se alzó con el título de Liga, llegó a una final de Champions y le desmantelaron el equipo. Simeone ha podido reinvertir ese dinero y fichar unos recambios para las bajas, ya se ha alzado con la Supercopa de España y aunque ha empezado a trompicones la Liga, la afición colchonera no se pone nerviosa. El Cholo comanda.
El problema viene cuando el hacedor de este maravilloso milagro pretende mantener vigente un discurso que ya no lo es. No lo es porque el Atleti ha hecho una inversión en fichajes muy superior a la clase media liguera (además otros equipos cuando venden a sus estrellas tapan agujeros económicos), no lo es porque el Atleti de Gil no puede ser el equipo del pueblo cuando no ha cumplido con Hacienda como debía durante mucho tiempo, y el Atleti no puede ser el equipo del pueblo porque el pueblo tiene otros equipos. Infinitos. En cada pueblo uno. El suyo, el que le debería importar al Cholo (y el que le importa) es el colchonero, el rojiblanco, el que recita de memoria la alineación del Doblete, recuerda los goles de Miranda y Godín con orgullo y el que aún cambia el gesto al recordar Lisboa. Que demonios hasta en las mejoras añadas de Ribera del Duero han salido algunas uvas amargas. Ese es el pueblo del Atleti y del Cholo, una tribu que sabe valorar las victorias porque ha llorado las derrotas, lo que siente le sale del corazón y no del bolsillo o del marcador.
Por todo ello Simeone debe de reconducir su discurso o correrá el peligro de que su éste le devore, deje de caer en gracia y termine siendo el saco de boxeo de las tertulias futbolísticas. Que no importa, pero tampoco interesa.
Iván Fuente[social_link type=»twitter» url=»https://twitter.com/ivanindetapia» target=»on» ]https://twitter.com/ivanindetapia[/social_link]
Fotografía: Tania Delgado [social_link type=»twitter» url=»https://twitter.com/TD_fotografia» target=»on» ]
totalmente de acuerdo con el autor. NO puedo añadir más pues su artículo refleja lo que pienso muy bien.
Gracias Fernando. Un saludo
Grande Iván, totalmente de acuerdo contigo, El Cholo debe variar su discurso, tenemos que ganar sin la sorpresa de ser el rival que no se esperan, hay que vencer sabiendo que nos respetan.
Hola Óscar, gracias por tu comentario. El Atleti ya es respetado como lo que es, un grande, ahora debemos aprender (o recordar) a serlo y actuar en consecuencia. El Cholo debe encontrar la fórmula para crear un ataque en consecuencia a los jugadores que tiene sin desarmar la defensa que tanto éxito nos ha dado. Además, como digo en el texto, debe de cuidar su discurso aún más, no vale (no debe valer) cualquier discurso. Un saludo