El Atlético de Madrid debía de ganar y recuperar las sensaciones perdidas. Y lo hizo. Una media hora inicial sensacional, en la que los rojiblancos recuperaron sus señas de identidad, fue suficiente para superar a un pobre Almería y sentenciar el encuentro. La hora restante de partido se jugó porque había que hacerlo, pero no porque fuera necesario. Entre Mandzukic y Griezmann finiquitaron el partido de la manera que todo colchonero lo hubiera deseado: tres goles tempraneros que permitieron medir esfuerzos de cara a la Champions y evitar que los apercibidos vieran la tarjeta que les impediría jugar frente al Sevilla. Bueno, hasta que Siqueira vio la segunda amarilla al entender el linier que el balón le golpeó en el brazo. El Atleti podrá recurrir ya que en las imágenes se ve claramente que la pelota le da en el cuerpo, pero…
El Atlético salió como acostumbraba a hacerlo en la temporada pasada, mordiendo, presionando al rival, incomodando su salida del balón con ayudas continuas y con mucha verticalidad con el balón en los pies. Así parecía que el gol sería cuestión de tiempo. Llegó pasados los diez minutos, pero lo hizo de penalti. Mateu Lahoz ese árbitro conocido por dejar jugar, pero también por interpretar el código a su manera señaló un penalti sobre Godín de esos que no se suelen pitar. Por lo leve y por lo habitual del asunto. Dos jugadores almerienses en su intento por entorpecer el salto del jugador colchonero le hicieron sendas faltitas. Suficientes para Mateu. Para añadir sorna al asunto Godín cayó de pie. Sea como fuere Mandzukic lo chutó y lo metió. El croata es un seguro desde los once metros y entre unas cosas y otras ya lleva doce goles en Liga, veinte en lo que llevamos de temporada. Y todavía hay gente que duda de él. Ante los incrédulos, hechos. A su gol el croata sumó dos asistencias más y ya lleva cinco. Nada mal. El receptor de sus asistencias no fue otro que su compañero de ataque, Antoine Griezmann. El francés anotó dos goles que le convierten en el máximo goleador liguero del Atleti con catorce tantos. Entre los dos delanteros colchoneros dejaron el encuentro listo para sentencia cuando aún quedaba un mundo por jugarse.
Con todo ese tiempo por delante, el aficionado rojiblanco aún pudo disfrutar del buen ambiente en el Calderón, de la calidad de Arda (algún día le recordaremos y suspiraremos, qué delicia de jugador), del hecho de que Saúl ha llegado para quedarse y de que este Atleti cuando quiere es mucho Atleti. Entre los días como hoy y los que no acierta, el equipo de Simeone sigue tercero. Por delante el Barça ha tropezado, pero por detrás el Valencia achucha. El partido a partido cholista ahora es más imprescindible que nunca. Hablando del Cholo, su campaña junto a la Cruz Roja ha recaudado siete toneladas de comida a las que la Fundación del Club sumará otras tres. El liderazgo hay que demostrarlo dando ejemplo. Con acciones como ésta el argentino lo hace. Chapó por él y por todos los que contribuyeron a la causa.
Iván Fuente[social_link type=»twitter» url=»https://twitter.com/ivanindetapia» target=»on» ]https://twitter.com/ivanindetapia[/social_link]
Fotografía: Tania Delgado [social_link type=»twitter» url=»https://twitter.com/TD_fotografía» target=»on» ]https://twitter.com/TD_fotografia[/social_link]