La derrota del Valencia en el Camp Nou daba al Atleti una inmejorable oportunidad para distanciarse en la pelea por el tercer puesto y los de Simeone no lo desaprovecharon. Dos goles de Griezmann sirvieron para que los colchoneros se llevaran los tres puntos de Riazor. El francés llegó para complementar el ataque rojiblanco, pero se ha convertido en la referencia. Ya suma veinte goles en Liga.
La posibilidad de que el Atlético de Madrid tuviera la cabeza en otra parte y de que la grada de Riazor caldeara el ambiente recordando al ultra fallecido en la batalla campal de hace meses en la ribera del Manzanares se desvaneció en pocos minutos. Y no porque la afición local no quisiera recordar o entonar cánticos en contra de (se supone) los ultras rojiblancos que participaron en aquella refriega, si no porque el Atlético de Madrid tiene a un delantero de los que marcan diferencias. Griezmann se inventó una chilena para meter el primero y rebañó el rechace de un saque de banda para anotar el segundo. Con esos dos goles de ventaja el Atleti se quiso ceñir al manual cholista para estos casos: contemporizar el partido y economizar esfuerzos. Durante una hora el plan funcionó. Hasta que el Cholo movió el banquillo pensando en la Champions.
Con las sustituciones de Arda y Griezmann por Raúl Jiménez y Torres el Atlético de Madrid evidenció una relajación que las contras del francés habían camuflado hasta entonces. Sólo así se puede explicar que los rojiblancos fallaran un cuádruple mano a mano frente al portero rival. Primero Raúl Jiménez, después Torres y Raúl García y de nuevo el mexicano permitieron a Fabricio lucirse. El olfato de gol se tiene o no se tiene. Y para ser delantero titular del Atlético de Madrid hay que tenerlo. Para formar parte de la delantera suplente, a veces, basta con ser un agitador. Esa es la diferencia hoy en día entre Griezmann y Raúl Jiménez o Torres.
Obligado por la necesidad y espoleado por sentirse vivo, el Depor achuchó al Atleti, recortó distancias tras una jugada en la que pilló a la defensa bostezando y metió el miedo a los de Simeone. Por suerte para los colchoneros todo quedó en un susto. Tres puntos más que elevan a cuatro la ventaja con el Valencia cuando restan seis jornadas para el final. Ahora a pensar en Champions.
Mención aparte merece la expulsión del Cholo. Según el acta el árbitro le expulsa por doble amarilla a causa de las protestas. En directo las quejas del técnico argentino no parecieron para tanto, pero no es menos cierto que con dos goles de ventaja en el marcador, viendo la jugada y camino del descanso, Simeone podía haberse parecido más al Simeone que deja ver en las ruedas de prensa. Veremos en que queda su castigo. Y si el equipo lo acusa.
Iván Fuente[social_link type=»twitter» url=»https://twitter.com/ivanindetapia» target=»on» ]https://twitter.com/ivanindetapia[/social_link]
Fotografía: Tania Delgado [social_link type=»twitter» url=»https://twitter.com/TD_fotografía» target=»on» ]https://twitter.com/TD_fotografia[/social_link]