No es lo mismo ser una persona carismática y con gracia que ser un zafio faltón. Lo mismo que aplica a las personas, aplica a las redes sociales. Es curioso observar como a tanta gente (y organizaciones) les cuesta asimilar la diferencia.
Estamos acostumbrados a ver como se usan de manera ocurrente las redes sociales para generar cercanía de las marcas con sus consumidores y potenciales clientes. Algunas marcas u organizaciones (Media Markt o la Policía Nacional sin ir más lejos) son más osadas, incluso se atreven a ser perspicaces y graciosos. No contentos con lanzar sus eslóganes van más allá y entran ‘al trapo’ de las provocaciones de usuarios y adoptan un tono menos corporativo. Si intentas ser más gracioso u ocurrente que ellos lo normal es que salgas escaldado y seas la burla de internet durante unas horas. No provocan pero no se callan ante provocaciones. Como ese amigo que todos tenemos que siempre sabe hacer de todo un chiste y es siempre agradable tener cerca porque sabes que es divertido. Eso es carisma.
Luego está lo otro, lo de las tertulias nocturnas a voz en grito. Lo de las ouijas, los espíritus y esta parafernalia, bizarra y friki que se ha pegado al mundo del fútbol como un parásito y amenaza con comerse su alma. Empezó como algún personaje extravagante en algunos periódicos que servían para ‘calentar’ algún partido. Ahora ese tono es la norma y la falta de educación (y conocimiento) se ha instalado en nuestras vidas y en nuestro fútbol y amenaza con destruir el deporte al que parasita.
En este ambiente de puntopelotas, chiringuitos, ronceros, manoletes y manolos lo burdo y banal gana a lo cabal y a la pelota. El fútbol como atrezzo de este circo grotesco.
El pasado día 23 de abril Ballantine’s lanzó con poco éxito un video que quería hacer viral en la que se mofaba de la eliminación la noche anterior del Atlético de Madrid. Visto el nulo tráfico que generó se pasó al plan B, esperar a los prolegómenos del partido frente a la Juve para abiertamente y sin pudor insultar a una afición de manera gratuita.
Les pareció un plan perfecto. Que hablen de uno aunque sea mal. Al fin y al cabo, todo el mundo es del Real Madrid salvo cuatro gatos ¿verdad? Volverse viral se ha vuelto más importante que transmitir información veraz o tener el más mínimo decoro o respeto a otras sensibilidades, gustos u opiniones. En el reino del todo vale puedes llamar llorón a un colectivo de millones de personas sin motivo aparente.
En otro acto que parece una acción orquestrada (aparentemente tras volverse Trending Topic #BoicotABallantines), la empresa anunció que decidía prescindir de su Community Manager. ¿Se meterá a vendedor de ouijas? ¿Suena creíble que algo que parece calculado se despache en una mera disculpa de dos líneas en la línea de «sentimos que os ofendierais cuando os insultamos»?
¿Se puede llegar más bajo? Hace tiempo que internet, la radio deportiva y la televisión nocturna me quitan la razón cuando digo que no. Mientras esperamos la próxima bazofia injustificada estén atentos en @Ballantines_ES por si sacan la ouija de la undécima. Al tiempo.
Aquí unos pantallazos que ilustran este hecho que da vergüenza ajena:
(No hay ni un sólo enlace en este post. Nos negamos a hacerles publicidad. Nosotros sí tenemos principios)
Ricardo Menéndez[social_link type=»twitter» url=»https://twitter.com/rickyam» target=»on» ]https://twitter.com/rickyam[/social_link]