OPINIÓN. Saúl se ha enfundado el ocho del Atlético de Madrid. El número de Luis. Es decir casi todo para el Atleti. O todo. Más recientemente el ocho lo llevo con orgullo Raúl García. Su sudor, su entrega y sus goles no se han olvidado. Ni se olvidarán. Como ambos, Saúl quiere dejar su legado.
El de ayer frente al PSV fue el primer tanto de Saúl este curso. Un gol muy plástico que entronca perfectamente con las caracteristicas del ilicitano cuando huele la portería rival. Rapidez, decisión y fe. Mucha fe. Saúl no es Luis Aragonés. Ni Raúl García. Ni sobre el césped ni fuera de él. Saúl es Saúl. Aunque anoche con su gol y su celebración nos recordarse al navarro y su gol de cada día. Ya saben, aquella coletilla que sonó tanto y tan bien en la campaña del décimo título liguero. ‘Raúl García, el gol de cada día’. Y así cayeron en San Mamés, en Mestalla o en el Madrigal. Por ejemplo. Porque hubo muchos y todos con el sello Raúl García. Un sello que por una noche tomó prestado Saúl. Aunque sospecho que el sello Saulista tiene algo del de Raúl García.
Esa es una de las buenas noticias de este Atleti. Saúl sigue estando ahí. Él mismo reconoció haber tenido un poco de ansiedad por marcar tras pasar tres partidos sin marcar. Sí, tres partidos. Eso da una idea de la exigencia del Cholismo. Y por eso están ahí. Por eso y por goles como el de Saúl. Necesario. Importante.