Dicen que un hombre en su vida puede cambiar de todo, de cara, de casa, de familia, de novia, incluso de dios, pero nunca, nunca podrá cambiar de equipo de fútbol, de pasión. En algunos casos es cierto. Incluso entre los futbolistas que hoy en día demuestran estar más preocupados de añadir ceros a su nómina que de hacerse un lugar en el santoral de una afición, aún cuando el dinero parece haber prostituido todo, hay excepciones. Los colchoneros, tras muchos años de orfandad, confían en que, por fin, un canterano se convierta en veterano sin necesidad de lucir más colores que el rojo y blanco. Anhelan que un jugador les sea fiel. Confían en Koke.
El vallecano, que debutó con 17 años con el Atlético de Madrid, se ha convertido en uno de los emblemas del equipo. Con trabajo, esfuerzo y calidad, como manda el Cholismo, Koke se ha ganado ser un fijo en una alineación que la hinchada colchonera recita de memoria. También se ha hecho un hueco en el corazón de los rojiblancos que por fin ven como sus jugadores profesan amor verdadero por sus colores. «Puede ser que esté aquí toda la vida. Ahora tengo un contrato que quiero cumplir porque el Atleti es mi casa«, así de claro lo deja Koke en su entrevista para la Revista Minuto 116. Mientras otros tuvieron que salir del Calderón para demostrar su valía y volver (caso del capitán Gabi o de Mario Suárez), el seis rojiblanco nunca abandonó la disciplina colchonera en busca de prados más verdes. «No me salían las cosas, no jugaba, el equipo no iba bien… Cuando llegó el míster nuevo (Simeone) tuvimos una conversación en la que yo quería saber si contaba conmigo o no, porque estaba en un momento de mi carrera en el que quería crecer para ser mejor futbolista (se planteó salir cedido). Simeone me dijo que iba a ser importante, que tuviera paciencia porque contaba conmigo», aseguró en sus declaraciones a Minuto116. Su momento llegó y lo aprovechó.
Con 22 años ya ha disputado más de 150 partidos con el Atleti en los que ha anotado 12 tantos y ha ganado 1 Europa League, 1 Supercopa de Europa y 1 Copa del Rey. Precisamente en la celebración de aquel título copero en el Bernabéu, Koke extendió una bandera rojiblanca sobre el circulo central, se arrodilló y la besó. Un gesto que emocionó a la afición rojiblanca y que ha pasado a la historia rojiblanca. Jorge Resurreción Merodio está grabando su nombre en el santoral rojiblanco. Su fidelidad y sus actuaciones sobre el césped le avalan. ¿Será Koke un one club man?
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Please God, yes.
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