Cuando se cumplen cuarenta años de la, hasta ahora, única final de Copa de Europa que ha jugado el Atlético de Madrid, desde Esto es Atleti queremos recordar como fue aquella participación europea del club colchonero. Serán cuatro artículos en los que se hablará de un equipo que hizo historia. Y de la buena, de la que pervive en la memoria colectiva de una afición. El final, por todos conocido, no fue el deseado, pero de una manera u otra marcó el devenir del Atleti.
El camino a Heysel
El primer rival fue el Galatasaray. El equipo turco era un buen conjunto que además tenía a su favor que la vuelta se jugaba en el Ali Sami Yen donde su público era un factor muy importante. Así, los turcos viajaron a Madrid con la idea de no encajar goles. Y lo lograron. El Atlético de Madrid, entrenador por Juan Carlos ‘el Toto’ Lorenzo, fue incapaz de abrir la férrea defensa visitante. La eliminatoria se le puso cuesta arriba a los colchoneros. El ambiente en el partido de vuelta fue el esperado. Más de 25.000 aficionados turcos animaban sin parar a su equipo, pero esta vez la férrea defensa fue colchonera y el dominio de los tiempos del partido también, lo que obligó a llegar a la prórroga donde apareció Salcedo. El centrocampista, que había sustituido a Irureta en los últimos minutos del encuentro, fue todo un revulsivo anotando el gol de la victoria. El Atleti pasaba a octavos.
En la siguiente ronda los colchoneros visitaron al Dinamo de Bucarest. La ida se jugó en Rumanía donde el Atlético, gracias a los goles de Becerra y Eusebio, dejó sentenciada la eliminatoria. O eso pensaban. En el partido de vuelta, el Dinamo se adelantó a los dos minutos, el ‘Ratón’ Ayala igualó pocos minutos después, pero antes del cuarto de hora de juego los rumanos ya estaban otra vez por delante. El Atleti estaba a un gol de caer eliminado. Durante más de una hora los colchoneros coquetearon con esa posibilidad, pero finalmente Capón marcó el definitivo empate a dos. Con más sufrimiento del deseado los madrileños ya estaban en cuartos. La dificultad iba en aumento.
El Atlético de Madrid se emparejó con el Estrella Roja de Belgrado. Si en la primera ronda le tocó visitar el infierno del Ali Sami Yen, en los cuartos tuvo que hacer lo propio con el conocido como ‘Pequeño Maracaná de Belgrado’. Allí también venció. En un campo de juego en pésimas condiciones, Luis Aragonés y Gárate hicieron los tantos rojiblancos que sentenciaron la eliminatoria. Esta vez sí. En la vuelta los colchoneros conservaron el resultado ante un inoperante Estrella Roja, incapaz de batir a Miguel Reina. Así el Atleti alcanzó las terceras semifinales de su historia.
El sorteo emparejó a los colchoneros con el Celtic de Glasgow. El Atlético llegaba invicto, con sólo dos goles recibidos y habiendo ganado todos los encuentros a domicilio. Pero enfrente estaba el mejor equipo de Escocia, el cual llevaba prácticamente una década ganando la Liga en su país, había ganado la Copa de Europa hacía siete años y se había convertido en un asiduo de las rondas finales de la máxima competición europea. Johnstone, Dalglish, Mcneill (el que años después tildaría de escoria al club madrileño), o Lennox eran alguno de los jugadores más destacados de aquel equipo.
El partido de ida fue una auténtica batalla. Con la baja de Luis Aragonés, Lorenzo planeó un partido defensivo para tratar de frenar las ofensivas rivales y buscar crear peligro a la contra. Pronto se vio que el duelo sería muy complicado para los colchoneros. El ambiente del estadio era infernal. La prensa había calentado el partido recordando las cuentas pendientes entre ‘Panadero’ Diaz y los atacantes escoceses, lo que enrareció más el ambiente para los madrileños. Así, sobrepasados por el juego del Celtic, los jugadores del Atleti no dudaron en hacer faltas para cortar el juego. Muchas veces fuera de la legalidad. De hecho, ‘Panadero’ Diaz, Ayala y Quique fueron expulsados. A la vista de esto el empate a cero logrado por el Atlético de Madrid supo a victoria. Una victoria que se lograría en la vuelta, en el Vicente Calderón, donde los locales se mostraron superiores a los escoceses que sólo pudieron defenderse durante la primera mitad ya que en la segunda parte los goles de Gárate y Adelardo metieron al Atleti en su primera final de Copa de Europa. Frente al Bayern, el 15 de mayo, en el Heysel Stadium de Bruselas.
Iván Fuente[social_link type=»twitter» url=»https://twitter.com/ivanindetapia» target=»on» ]https://twitter.com/ivanindetapia[/social_link]
[…] No sólo no son motivo de vergüenza por no haber llegado exitosos al final sino que son la cumbre de la historia rojiblanca. Hubo un grupo campeón. Un equipo de hombres a los que les pareció poco premio ganar la Liga y se fueron a conquistar Europa. Quisieron conquistar la historia escribiendo un hermoso relato de gestas por el camino. […]
[…] día, uno de los dos equipos alzaría por primera vez el máximo trofeo continental. El Atleti, que había recorrido un largo camino hacia la final, no quería que el coloso alemán le despertara del sueño. La tensión entre ambos quedó patente […]